Aporte del sindicato del gas a la proclama del 1 de Mayo.


En este año se cumplió una década de privatización de la Compañía del Gas a manos de GASEBA S.A., filial GAZ DE FRANCE.

En la misma hemos atravesado por una verdadera estafa al pueblo uruguayo, al país y a los trabajadores del gas.

Al día de hoy el saldo puede resumirse en:

Muertos, heridos e intoxicados entre la población, fueran o no usuarios, por la más absoluta falta de seguridad industrial y laboral.

Falta total de inversiones para recambiar las cañerías vetustas de hierro fundido, extender el tendido a nuevas zonas, renovar el parque de medidores, etc.

Aumento abusivo de las tarifas, tanto en el servicio de gas manufacturado como de gas natural actualmente.

Pérdida de ingresos fiscales para el Estado, el que le otorgó prebendas impositivas a la empresa y solo recibe 30.000 dólares por mes por una empresa que factura más de 1 millón de dólares al mes.

Tercerización de funciones esenciales de la empresa, trayendo como consecuencia los accidentes y muertos antes mencionados, pero también serios perjuicios para los usuarios debido a los abusos y falta de idoneidad de las tercerizadoras.

Pérdida de la mitad de los puestos de trabajo, de 400 a 200 trabajadores.

Inexistencia de incrementos salariales desde 1995.

Represión antisindical permanente, contando al día de hoy con 6 dirigentes sindicales despedidos por el simple hecho de defender el derecho de los usuarios, el país y los trabajadores, mientras que se trata de destruir a nuestra organización presionando compañeros e incluso intentando crear un sindicato amarillo, hoy día inexistente.

Todo esto ejemplifica un fenómeno que no es nuevo en las multinacionales, y que también con esta se produjo: el total incumplimiento de las obligaciones establecidas por el contrato de arrendamiento con el Estado, como tuvo que ser reconocido oficialmente por el ex - ministro de Industria y Energía, José Villar, el 29 de diciembre en el Parlamento, a pesar de las múltiples extensiones de plazo para cumplir con aquellas que se le han otorgado por los anteriores gobiernos.

Solamente así se entiende que haya podido actuar con total impunidad durante todos estos años, arrojando como resultado que hoy los usuarios del gas por cañería sean 43.000, dos mil menos que al momento de privatizar, cuando por contrato tenían que ser 80.000.

Es el fracaso rotundo de las políticas neoliberales, ya que no se ha extendido el servicio a la población, no se cuenta con una energía más barata, son miles los usuarios que se han pasado al gas de garrafa por ser más barato, y el país no ha recibido un solo beneficio.

Hoy GASEBA quiere irse del país sin pagar ninguna de estas deudas con la sociedad y los trabajadores, igual que hicieron los capitalistas ingleses en 1970.

Pero los trabajadores del gas, y los uruguayos todos, no vamos a dejar que esto suceda, por eso, y ante la inminencia de un traspaso del contrato a PETROBRÁS, hemos resuelto profundizar nuestra lucha, con una huelga de hambre desde el pasado 20 de abril, frente a la empresa, exigiendo que GASEBA pague antes de irse lo que nos debe.

Pague reintegrando a los dirigentes sindicales injustamente despedidos, pague firmando un convenio de estabilidad laboral para todos los trabajadores del gas, pague haciendo las inversiones necesarias para cumplir con sus obligaciones con los uruguayos.

Nosotros no vamos a claudicar hasta lograr esos objetivos, por ello esperamos que la nueva administración de gobierno continúe cambiando esta historia de tanta impunidad y soberbia.


ARRIBA LOS QUE LUCHAN